sábado, 28 de febrero de 2015

Tiempo, Clima y Variabilidad Climática

1. Diferencia entre Tiempo y Clima

Es muy común  confundir los términos de el tiempo atmosférico y el clima de un lugar. El tiempo es una descripción del estado de la atmósfera en un momento determinado (por ejemplo al mediodía) y está definido por variables como la temperatura, presión atmosférica, dirección y fuerza del viento, cantidad de nubes, humedad, etc. Se podría decir que el tiempo es algo instantáneo, cambiante y de cierto modo irrepetible. No es lo mismo el tiempo al mediodía que a las seis de la tarde. El tiempo es la manifestación diaria del clima y tiene un rol decisivo en la producción de alimentos, disponibilidad de agua dulce, producción de energía, actividades industriales, ocio, otras actividades económicas y en general en nuestro bienestar.
 
Por otra parte, el clima es el estado medio de la atmósfera durante un periodo determinado (meses a años) para una región y está definido por las variables mencionadas anteriormente (temperatura, precipitación, viento, etc.). En un sentido amplio, el clima se caracteriza por la descripción estadística del sistema climático en su conjunto y no sólo de la atmósfera, considerando que el sistema climático de la tierra comprende la atmósfera, océano, tierra, criósfera (nieve y hielo) y biosfera.​​​ 

Los climas se establecen recogiendo las observaciones realizadas día a día en las diversas estaciones meteorológicas durante una serie de años, que al menos deben ser treinta, para obtener una fiabilidad mínima. El compendio de todos los datos permite establecer las distintas zonas climáticas en el planeta. La climatología es la ciencia que se encarga de estudiar las variedades climáticas que se producen en la Tierra y sus diferentes características en cuanto a: temperaturas, precipitaciones, presión atmosférica y humedad.

2. Elementos del Clima

Temperatura
Se establecen mediante promedios. Hablamos de temperaturas medias (diarias, mensuales, anuales...) y de oscilación o amplitud térmica, que es la diferencia entre el mes más frío y el mes más cálido de un lugar.

Precipitación
Se establecen mediante los totales recogidos en los pluviómetros, las cantidades se suman y determinan el régimen pluviométrico del lugar o zona, estimándose como lugar seco o húmedo o estación húmeda o de humedad constante.

Presión Atmosférica
En las masas de aire, los distintos niveles de temperatura y humedad determinarán los vientos, su dirección y fuerza. La presión del aire se mide con el barómetro, que determina el peso de las masas de aire por cm2, se mide en milibares y se considera un nivel de presión normal el equivalente a 1.013 mbs.

Humedad
La humedad de las masas de aire se mide con el higrómetro, que establece el contenido en vapor de agua. Si marca el 100%, el aire ha llegado al máximo nivel de saturación; más del 50% se considera el aire húmedo y menos del 50% se considera aire seco.

3. Factores del Clima

En la distribución de las zonas climáticas de la Tierra intervienen lo que se ha denominado factores climáticos, tales como la latitud, altitud y localización de un lugar y dependiendo de ellos variarán los elementos del clima.

Latitud

Según la latitud se determinan las grandes franjas climáticas, en ello interviene la forma de la Tierra, ya que su mayor extensión en el Ecuador permite un mayor calentamiento de las masas de aire en estas zonas permanentemente; disminuyendo progresivamente desde los Trópicos hacia los Polos, que quedan sometidos a las variaciones estacionales según la posición de la Tierra en su movimiento de traslación alrededor del Sol.

Altitud

La altitud respecto al nivel del mar influye en el mayor o menor calentamiento de las masas de aire. Es más cálido el que está más próximo a la superficie terrestre, disminuyendo su temperatura progresivamente a medida que nos elevamos, unos 6,4º C. cada 1.000 metros de altitud.

Localización

La situación de un lugar, en las costas o en el interior de los continentes, será un factor a tener en cuenta a la hora de establecer el clima de esa zona, sabiendo que las aguas se calientan y  enfrían más lentamente que la tierra, los mares y océanos suavizan las temperaturas extremas tanto en invierno como en verano, el mar es un regulador térmico

Esos elementos y factores habrá que combinarlos adecuadamente en el establecimiento de los climas de los distintos lugares de la Tierra, e incluso habrá que matizarlos con factores particulares si hablamos de microclimas. Los climas de la Tierra se reflejan en la distinta vegetación, fauna, asentamientos humanos y actividades económicas de estos según las zonas y la tipología.

4. Variabilidad Climática.

El clima está relacionado con el concepto de permanencia y que tiene como objeto el análisis de procesos atmosféricos en torno a sus valores promedios, los cuales son producto de de la evaluación continua de observaciones en largos períodos de tiempo, y que son conocidos como Normales climatológicas. Estas son fundamentales para definirlo y compararlo.
Ahora, cabe señalar que el clima de la tierra depende del balance radiativo; es decir, del equilibrio en que se encuentra al emitir tanta energía como la que recibe. Este balance radiativo está controlado a su vez por factores forzantes, factores determinantes y por la interacción entre los subsistemas constituyentes del sistema climático.
Los factores forzantes por excelencia son la energía electromagnética proveniente del sol, que es la fuente de energía que acciona los procesos atmosféricos, y el efecto invernadero propiciado por la presencia de gases como el vapor de agua, el dióxido de carbono, el metano, el óxido nitroso, etc., en la atmósfera. Los factores determinantes son las condiciones físicas y geográficas que influyen en aspectos relacionados con la transferencia de energía y calor. Entre las cuales podemos mencionar la latitud, la elevación, la distancia al mar, la composición del relieve, la hidrografía, y la vegetación como los más significativos. El sistema climático está constituido por la porción del planeta en la cual se producen las interacciones físicas que condicionan el clima de la superficie, a saber: la atmósfera, la hidrosfera, la criosfera, la litosfera y, por supuesto, la biosfera, de la que hacemos parte. Estos subsistemas son altamente interactivos dada la gran superficie de contacto entre sí y sus dimensiones, especialmente la horizontal.
Teniendo en cuenta lo anterior y dada su característica estabilidad (consecuencia de las estadísticas calculadas en períodos más largos que los propios de la variación de tiempo meteorológico), el clima presenta fluctuaciones a escalas relativamente cortas que es lo que se conoce como variabilidad climática, la cual está asociada con el registro de datos por encima o por debajo de las normales climatológicas. La diferencia registrada entre la variable analizada con respecto a la normal climatológica se conoce como anomalía.
Entonces, la determinación de la variabilidad climática se logra mediante la determinación de las anomalías, las cuales se hacen evidentes cuando los valores de las variables climatológicas (temperatura, presión atmosférica, humedad, precipitación, etc.) fluctúan por encima o por debajo de sus valores promedios.
Las escalas temporales más significativas en que se presenta este tipo de variación están dadas en orden mensual, estacional, anual y décadal (también se pueden dar en intervalos temporales más largos), presentando fenómenos asociados para cada uno.
Por ejemplo, la variación estacional, a la que corresponde la fluctuación del clima a escala mensual y la determinación del ciclo anual de los elementos climáticos, está asociada a la secuencia de las estaciones de invierno, primavera, verano y otoño en latitudes medias; y a la alternancia de temporadas lluviosas y temporadas secas en latitudes tropicales, producto, principalmente, de la migración de la zona de confluencia intertropical (ZCIT), que es una de las más importantes fluctuaciones climáticas asociadas a esta escala.
Existe una variabilidad intraestacional que es de las menos estudiadas y está fundamentada en las evidencias que existen de oscilaciones que dentro de las estaciones determinan condiciones de tiempo durante decenas de días o de uno a dos meses. Dentro de estas oscilaciones se destaca una señal de tipo ondulatorio denominada de 30 – 60 días u oscilación de Madden-Julian (OMJ). Esta oscilación se distingue por los amplios sistemas de precipitación que se desplazan por los trópicos, sobretodo sobre los océanos Indico y Pacífico, aunque también tiene incidencia en el Atlántico tropical. Su pronóstico es fundamental, ya que está asociada a la formación o inhibición de los ciclones tropicales; además, afecta también el tiempo en latitudes medias durante el invierno.
La variabilidad interanual acopla las variaciones climatológicas que hacen presencia de año en año, y puede estar relacionada con el balance global de radiación. Uno de los fenómenos enmarcados dentro de este tipo de variabilidad es el tan estudiado y conocido Niño – Niña (ENSO). Un fenómeno océano-atmosférico de escala planetaria  que tiene como principal escenario de actuación el océano pacífico tropical. Su presentación es tan irregular como sus consecuencias, pero definitivamente está ligado a la variabilidad del clima a corto plazo.

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